Esta película no me ha dejado indiferente. Todos nos imaginábamos un Drácula más o menos guapo y más o menos joven, y lo primero que vemos es un vejestorio con la piel blanca como la cal que da más miedo que tu madre con una mirada asesina.
La pasión y la sangre se juntan en esta película y la mezcla es como un cóctel molotov.
A diferencia de Déjame Entrar, esta película no es nada inocente, te dejas llevar por los instintos más salvajes de la existencia y sabes que la acción puede tener consecuencias.
El aura que transmite Drácula es tenebroso y atractivo al mismo tiempo. Ya que no hay persona que se pueda resistir a este y que no sienta algo de temor, las dos chicas e incluso el prometido de una de estas se rinde a sus pies antes de que el doctor les despeje la cabeza.
En resumen me ha gustado y estoy impaciente por leerme la novela para aclarar los misterios que rodean a película.
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