
Política de Parvulario
Las manos eran ásperas, y les agarraban con fuerza,como dispuestas a soltarlos.
Olía a galletas rotas, con una cara arrugada,sonriendo con pinzas.
Era un abrazo inestable,el precipicio a sus pies les parecía demasiado patriótico.
Pero su madre sonreía con la cámara en la mano.
Y gritaron desquiciados,aquel monstruo les tenía agarrados.
Alejandra Lara
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