La palabra distancia suele ser definida como el espacio que existe entre dos puntos. Muchos creen que es el olvido, otros que hace la fuerza y la unión, y otros, simplemente creen que no les afectaría.
Nadie sabe lo que significa esta palabra hasta que no echas de menos a alguien por unos kilómetros, en mi caso son 500 km los que hacen que no pueda ver todo lo que desearía a personas con las que compartes tus vacaciones, tus mejores y peores momentos, o tus locuras.
Son muchos momentos vividos a su lado, un mes entero viéndoles prácticamente las 24 horas, pasando por buenos y malos momentos, pero saliendo de todos ellos como hemos hecho hasta ahora, siendo un grupo. De repente te das cuenta que te vas, que vas a estar seis meses sin verles y que el tiempo pasa, te da miedo el perder a gente o el no volver a tenerla como antes.
El volver a ese lugar y recordar todo lo que has vivido con esas personas con las que llevas tres años pero parece que es toda la vida, que te han visto crecer, te han visto reír y llorar, enfadarte sin venir a cuento o ser una borde a momentos, pero que a pesar de todo ello siguen ahí, a tu lado para ayudarte siempre que lo necesites.
Y no, no nos vemos mucho, no somos de las misma edades, y casi nadie vive en la misma ciudad, pero puedo decir que siempre que cojo el móvil ahí están ellos aunque simplemente sea con un mensaje de texto. Por eso considero que mi segunda familia son esas personitas de la foto.
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