martes, 28 de febrero de 2017

Una vida de mierda, o lo que es lo mismo, una vida con droga.

En Trainspotting, vemos la realidad más extrema,más asquerosa y más triste de la droga. Sus efectos de desesperación, de adicción y de dejar a cualquier amigo por ella.

No es una película normal, ¿en qué otra película te muestran a un tío entrando en un váter?, en el más asqueroso y vomitivo de toda la ciudad. Casi tan asqueroso, como las propias drogas.

Me parece curioso, porque yo no podría decir estando completamente segura, si Trainspotting esta en contra o a favor de las drogas. Superficialmente, esta claro que después de verla a nadie le apetecería probar nada, ni siquiera acercarse a la droga. Pero, si la miras más detenidamente, hay algunas escenas que a cualquiera le gustaría vivir. Por ejemplo, la adrenalina ¿cómo será esa sensación? ¿tanto poder tiene la droga?. Pues sí, a mi me ha dado esa sensación.

Esos "amigos", que se traicionan por un mísero gramo de droga o por 20.000€, no son amigos, no son nada.

Esta película me parece fascinante. Mezcla todo aquello que te provoca la elección, de una vida de mierda. Ese principio es asombroso, ¿quién necesita seguir a la sociedad? ¿quién necesita motivos cuando tienes heroína?. Para mi, lo más triste, son los padres del protagonista. Estaba a punto de salir de esa mierda, y volvió, una y otra vez, porque esa mierda se te mete en la sangre y te acompaña durante el resto de tu vida, porque nunca se sale del todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario